Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han permitido evitar, de momento, la destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo desde el inicio de la crisis sanitaria. Sin embargo, el deterioro de la situación económica ha disparado las dudas sobre la capacidad de las empresas para recuperar su actividad cuando llegue la fecha de vencimiento de este tipo de procedimientos laborales, fijada, en principio, para el próximo 30 de junio.
Las cifras no llaman precisamente a la tranquilidad. Según datos de la Seguridad Social, en solo tres meses se han cerrado más de 133.000 empresas y el número de afiliados ha caído en casi 950.000 personas. Ante este panorama de recesión e incertidumbre, cada vez son más las compañías con un ERTE en curso (especialmente del sector servicios) que contemplan la posibilidad de llevar a cabo despidos a corto plazo para asegurar la viabilidad del negocio.
LA ALTERNATIVA AL ERTE
Entre las opciones que barajan algunos empresarios está la de transformar los actuales ERTE en expedientes extintivos (los antiguos ERE). Para empezar, el ajuste tiene que afectar a un mínimo de diez trabajadores. Asimismo, es necesario que la empresa abra un periodo de consultas, de entre 15 y 30 días, e intente llegar a un acuerdo con los sindicatos sobre la indemnización. Ésta tendrá un importe de, al menos, 20 días por año trabajado hasta un tope de 12 meses.
Los ERE pueden justificarse en causas económicas o de fuerza mayor. En todo caso, el motivo tendrá que ser diferente al que sustanció el ERTE.
FUENTE: Cinco Días