Ha pasado un año desde ese catorce de marzo en el que se iniciaba el Estado de Alarma. Pocas son las cosas que no han cambiado desde entonces, especialmente en lo que al plano empresarial se refiere. La destrucción de empleo y la desaparición de empresas se han convertido, por desgracia, en el pan de cada día, en una crisis sanitaria que ha afectado de lleno a la economía del país.
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El Covid destruye 207.000 empresas y 323.000 autónomos
La crisis sanitaria de la Covid-19 ha acabado con más de 207.000 empresas, una de cada seis. Y ha obligado a echar el cierre a 323.000 autónomos, el 10% del total, en un periodo de apenas seis meses. Este es primer balance que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su primer análisis de la demografía empresarial ante la pandemia.
Aunque estas cifras se centran en los nueve primeros meses de 2021,teniendo en cuenta que esta situación empezó a empeorar con el confinamiento domiciliario, hablamos que se han perdido unas 1.150 empresas al día en poco más de medio año.
Pequeñas empresas, las grandes afectadas
El 99% de las 68.000 empresas destruidas en España por la pandemia tiene menos de 50 trabajadores. Así lo reflejan los datos de empresas registradas en la Seguridad Social a final de año, lo que deja constancia de la incidencia de la pandemia en las pequeñas compañías de nuestro país.
Esto también explica la magnitud del impacto económico que está teniendo la crisis sanitaria en un país de pymes como es el nuestro.
El 21,5% de las microempresas, aquellas con una plantilla de uno a cinco empleados, se vieron obligadas a cerrar durante los primeros nueve meses del año. En cambio, solo desaparecieron menos del 2% de las compañías con 100 o más trabajadores.
Por tanto, de las más de 207.000 empresas que se han destruido estos meses, el 92%, más de 190.000 eran micropymes. En cambio, solo cerraron 222 compañías de más de 100 trabajadores, el 0,1%.
Destrucción de empleo para autónomos
El balance elaborado por el INE muestra también el efecto de la pandemia entre los trabajadores por cuenta propia.
Al cierre del primer trimestre del pasado año, con una muestra general de 2.997.941 autónomos en España, el indicador de supervivencia se situó en el 93,7%, para ir reduciéndose al 91,7% en el segundo trimestre y al 89,2% en el tercero. Con estas cifras puede concluirse que el coronavirus ha propiciado que uno de cada diez autónomos haya cesado su actividad durante este tiempo.
Según esta publicación, el mayor impacto para los trabajadores autónomos se registró en el primer trimestre, con más de 190.000 bajas. Cuando los contagios iba bajando y las medidas se iban relajando, el número de bajas descendió hasta las 66.000. En el tercer trimestre, el número de autónomos volvió a ascender hasta superar las 102.000 bajas.
Para entender la destrucción de empleo en este colectivo, es clave tener en cuento el sexo, y especialmente la edad.
De los 1,9 millones de autónomos varones dados de alta en la Seguridad Social a comienzos de 2020, el 90% seguía con su negocio abierto a cierre del tercer trimestre. La tasa de supervivencia, sin embargo, bajaba al 87,8% para las casi 1,1 millones de trabajadoras por cuenta propia.
Por edades, los más perjudicados han sido los jóvenes menores de 30 años, que a 1 de octubre alcanzaron un indicador de supervivencia que superó por poco el 79%, un porcentaje que supone el cese de 33.000 de los 156.700 autónomos dados de alta a comienzos de 2020 en este rango de edad. Entre los 30 y los 39 años, la tasa de supervivencia ascendió al 86%; al 87,2% a partir de los 60 años; al 90% entre los 40 y los 49; y, por último, al 92,3% entre los 50 y los 59 años, el perfil que mejor sorteó el golpe de la crisis sanitaria y económica.
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